Cualquier persona, puede ser testigo de una parada cardíorespiratoria. En Europa, cerca de 400.000 personas sufren cada año una parada cardíaca súbita. En la mayoría de las ocasiones en presencia de otras personas, y sólo en uno de cada cinco casos, se inician maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP). Estas maniobras iniciadas de forma precoz por los testigos, aumentan la supervivencia y disminuyen el riesgo de padecer secuelas graves.
Existen tres razones fundamentales por las que se considera que los colegios y los institutos son el lugar adecuado para el aprendizaje de las técnicas de RCP
1.-El 100% de la población pasa por el sistema educativo.
2.- Existen estudios que demuestran que a partir de los trece años, se dispone de la suficiente capacidad física para llevar a la práctica maniobras de resucitación y la madurez mental necesaria para comprender la importancia de una situación de parada cardíaca.
Pero la realidad es otra y los expertos nos dicen que los conocimientos actuales sobre primeros auxilios son prácticamente nulos en el sistema educativo formal. Algo difícil de entender, si pensamos que una RCP iniciada por los testigos, triplica las posibilidades de superar la parada
3.- Interiorizar la importancia de estos conceptos durante la infancia o la adolescencia resulta mucho más fácil que hacerlo en la edad adulta, en donde aparecen miedos y dudas. Los jóvenes tienen una enorme capacidad para cambiar el comportamiento de los adultos, por lo que si un niño descubre la RCP en la escuela posiblemente lo comente con su familia y amigos, aumentando el interés de todos por estos programas esenciales para salvar vidas.
¿Cuándo deberían los niños aprender estas técnicas?
La Organización Mundial de la Salud lanzó una campaña llamada “Kids save lives” (los niños salvan vidas), que aconseja la implementación en los centros escolares de desfibriladores externos y propone que los alumnos empiecen a aprender a realizar maniobras básicas de RCP a partir de los 12 años.
Hay experiencias que demuestran que a partir de los 6 años los niños son capaces de utilizar de forma correcta un desfibrilador, por lo que sería buena idea hacer un primer acercamiento en esa edad y posteriormente realizar un entrenamiento de refuerzo.
Los adolescentes a partir de los 12 años aprenden estos conceptos con suma facilidad, mientras que los más pequeños necesitan programas especialmente diseñados para ellos.
El desarrollo de programas sobre RCP y el funcionamiento del DESA en los centros educativos es sumamente importante no solo para la seguridad de los centros, sino para que en el futuro todos los ciudadanos tengan acceso a estas técnicas y puedan llevarlas a cabo con éxito. Por este motivo, se han incorporado estos contenidos en el currículo educativo, siendo indispensable la iniciativa de los docentes y de las administraciones para poder llevarlos a cabo.
En el Real Decreto de ordenación y enseñanzas mínimas , que desarrolla la nueva Ley de educación LOMLOE (2020), incluye entre los contenidos básicos de Educación Física de tercero y cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria, el protocolo de reanimación cardiopulmonar.
El marco normativo garantiza así la presencia de la práctica de la RCP en el currículo de la enseñanza básica como enseñanza mínima de cursado obligatorio para la totalidad de la ESO.
En Dinamarca, con la enseñanza en colegios, han conseguido aumentar la supervivencia de la parada cardiaca extrahospitalaria de un 8% a un 15% en 25 años.
Los nuevos planes de estudios en nuestra comunidad incluyen contenidos de primeros auxilios en primaria y en secundaria pero todavía queda un largo camino por recorrer.
Esta propuesta surge dentro del marco de un Proyecto de Innovación Educativa, en el cual participa el departamento de Educación Física del IES a Guía, en colaboración con el IES de Audiovisuales de Bouzas.
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